jueves, 30 de agosto de 2007

Chapter 3: Mejor que no se entienda


Me ha llamado la atención una campaña de la Cruz Roja que está presente en medio San Francisco. Son imágenes embleméticas de la ciudad -postales estiradas a tamaño marquesina- que salen distorsionadas. Para los desconocidos del mundo del retoque digital, este efecto sólo puede lograrse de dos formas: Photoshop>Filtro>Desenfoque>Desenfoque en movimiento o con un pulso como para robar panderetas (véase imagen del post). El titular dice: Be prepared.

Cuando la vi por primera vez pensé: "Joder, pues no se entiende" (la frase está en impersonal porque como comprederéis, alguien que se dedica a esto no puede no entender una campaña de publicidad). Sin embargo, horas más tarde, mientras hojeaba la sismológica historia de San Francisco en una guía del tipo Lonely Planet, pille el chiste, pero no me rei nada. La campaña alude al terremoto que se espera por estas tierras movedizas, al "Big One", como se le llama aquí. Es un rollo profecía Nostradamus a corto plazo. Lo tienen tan asumido que hasta lo publicitan. Desde luego, para un cliente que es completamente sincero con sus consumidores...

Abierta ya la caja de Pandora, igual llega ahora Bet&Win y lanza otra campaña de publicidad para animar a la peña a apostar por la fecha del temblor. ¿Os imagináis? Si sale yo digo que será un día tres, que Chicho Terremoto siempre me ha gustado. Tres puntos colega.

domingo, 26 de agosto de 2007

Chapter 2: "Alojamiento"


Esto de la beca es "un todo incluido" en toda regla, o al menos eso parecía... Resulta que antes de llegar a San Francisco, todos los becarios estuvimos en una semana de orientación (una semana de fiestón) alojados en hoteles con más estrellas que el Sargento de Hierro. El de Indiana hasta tenía jacuzzi y SPA, y el de Chicago estaba junto al segundo rascacielos más alto de USA. Hasta aquí todo bien, de maravilla.

En Chicago nos separamos y partimos para nuestros respectivos destinos, San Francisco el mío. Y voy a parar al Green Tortoise Hostel (www.greentortoise.com/san-francisco-hostel/index.php), un albergue regentado por hippies 2.0 en la calle con más lupanares de toda la Bay Area. Es tan barato que tienen por regla no admitir a americanos, ya que más de uno echaba allí el freno de mano y se quedaba hasta el día del juicio. Me meten en una habitación con 9 tíos más: de UK, gabachos, chinos, chinos, chinos... Al llegar a mi cama veo un cartelón mate plastificado que dice: "Las camas son individuales. Si quieres dormir con alguien, abona 20 pavos extra en recepción". Y yo pienso: "Por qué abré salido de Málaga para meterme en Malagón...". La primera noche tiré de tapones para dormir, ineficaces frente a los ronquidos de un animal que debía pesar muchas muchas onzas (aquí los kilogramos se trabajan menos). La segunda me refugié en la música de mi Ipod, a tope, pero nada: abro los ojos y veo a 4 parejas felices en sus nichos individuales. Y yo pensaba: "¿Abrán pagado los 20 dólares extra en recepción?". En la tercera soñé con Rasca y Pica y amanecí LLENO de chinches. La cuarta más o menos, y en la quinta y última colocaron otro colchón más en el poco espacio de suelo que teníamos para nuestra maletas. Aún así, pasé gratos momentos en el Green Tortoise.

Ahora estoy en una pensión en el Tenderloin, el equivalente al Bronx neoyorquino. Y la puerta de mi habitación se puede abrir con tarjeta.

Chapter 1: San Francisco (Javier)


Buenas a todos.

Aquí tenéis un blog más de los miles que ya de por sí hacen imposible la digestión informativa y, la verdad, como soy nuevo en esto de escribir en un editor de texto distinto del Word, no sé si el experimento saldrá o no.

"Santificado sea mi nombre" es el poquísimo original título de un espacio en el que pretendo contaros qué tal me va por San Francisco. A mí siempre me ha asustado ir más allá de la frontera del email, pero Federico Maciñeira Rae me animó a acometer semejante empresa para que sigáis disfrutando en primicia de todos mis despistes y metuduras de mata (y ahora, encima, con yanquees de actores secundarios...).

Todavía no tengo casa, así que supongo que pasarán unos días hasta que pueda escribir regularmente, pero seguro que me pasarán movidas dignas de portada de El Jueves. Os lo cuento en el capítulo 2.

Si os olvida mi cumpleaños, acordaros de San Francisco (Javier): 3 de diciembre.