
Por mucho que digan que San Francisco es la ciudad más europea de todo Estados Unidos, por muy abierta que sea la gente (que es verdad) y a pesar de todo el "buen rollito" que se respira por las calles de la ciudad, los americanos deberían tener un capítulo aparte en los manuales de sociología. El otro día me lo volvieron a demostrar con la "Regla de los Tres Días". Ojo al dato.
Esta pseudo ley del filtreo y las relaciones humanas apunta que si conoces a una persona que te gusta, tienes que dejar pasar un mínimo de tres días antes de volver a ponerte en contacto con ella. De lo contrario, parecerás un descortés/desesperado/salido/muerto de hambre/ONG del amor.
Cuando me lo contaron, yo pensé: "Venga sí, otra leyenda urbana más de las que salen en pelis tipo American Pie". Pero es verdad. Y no piensen ustedes que uno ha venido a hacer las Américas en plan Porkis (aquí sólo hay tiempo para estudiar), pero las 3-days rule es completamente empírica.
El otro día conocí a una chica californiana que, mira por dónde, está haciendo su tesis en creatividad publicitaria española. "Ven pacá, que no te voy a hacer ná, que yo sé de eso", pensé en plan pop-up en cuanto me lo dijo. Luego minimicé la dichosa ventana, le mostré cuán cortés puede ser un malagueño educado como nadie por su querida madre y nos dimos nuestros respectivos emails. Por supuesto, en cuanto llegué a casa le envié toda la relahíla publicitaria que tenía: que si Eduard de Bono y el pensamiento lateral, que si links a medios del sector, campañas de los Intocables de Shackelton (enhorabuena por los Echo!)... Creo que cualquier otra persona hubiera contestado enseguida, al menos, con un "gracias majete". Pues ésta tardó EXACTAMENTE tres días en responderme, con sus 72 horitas contadas u-na a u-na.
En fin, que todo es acostumbrarse, aunque si los americanos aplican otra regla, la de tres, a la "Three day rule", esto puede ser interminable: tres días para el primer email, seis para el primer mensajito de texto, 9 para hablar por teléfono, 12 para volver a quedar...
¿Qué les parece? De momento, dejen ustedes tres diítas antes de contestarme.